20.6.06

De acciones y quejas

Estoy harto! Estoy harto de oír quejas y más quejas!

Que los precios de la vivienda están por las nubes y es imposible para nosotros, los jóvenes, comprar una; pero se convocan tres manifestaciones y no va ni cristo.

Que los niños de hoy en día son unos maleducados, no respetan ni a sus padres, ni a sus profesores ni por supuesto a sus compañeros; pero a la que tenemos un hermano pequeño, un sobrino o un primo le llenamos de regalos por aprobar el curso, le reímos todas las gracias y pobre del profesor que lo castigue.

Que la sociedad se ha vuelto muy individualista, nadie ayuda a nadie; te caes por la calle y nadie viene a ayudarte, no sea que sea un truco para robarles la cartera; pero a la que te cruzas con dos árabes por la calle cambias de acera, coges el bolso mas fuerte y miras de reojo.

Que tus amigos de toda la vida son unos apalancados, que se dedican a ir al cine los domingos por la tarde en pareja y cómo tú estás soltero te hacen sentir marginado y ya casi ni te avisan; pero cuando montan algo no vas, porque tienes planes con tus nuevos colegas y porque no soportas a sus novias.

Que los políticos son todos unos corruptos, unos mentirosos, que no nos podemos creer a ninguno porque todos roban y todos miran por su propio bien; pero ni vamos a votar, ni nos metemos en política para hacerlo mejor que ellos.

Que cómo puede haber niños que le digan a sus padres “no quiero verdura!” sabiendo que en partes del mundo se pasa hambre, y que en algunos países hasta uno de cada tres niños menores de cinco años están desnutridos; pero vas a un restaurante y te dejas la mitad de la comida y de pequeño no comías ni coliflor, ni lentejas ni pescado.

Que la sociedad es machista de cojones, tanto cómo para que son todas unas putas”.

Es por eso que me quejo. Quizás no haga todo lo que está en mis manos para cambiar el mundo y me consuele pensando que hago más que la mayoría; pero “mica en mica s’omple la pica”, o cómo dirían en la RAE, un camino de mil millas empieza con un paso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dí que sí...que también estas harto del precio de la langosta y del salmón...
Me gustó mucho lo que escribiste hoy; estamos todos hartos de todo.

Candyman dijo...

Querida lacanaria...

hartarse es muy facil (casi tanto como quejarse), pero nos cuesta mucho actuar...
se nos hace todo una montaña, hay que romperla en pedazitos y atacarlos uno a uno

Anónimo dijo...

Desmenteixo que els germans petits els omplen de regals per aprovar, es totalment fals. Pero en tot lo altre estic d'acord. Inclus en que els joves son uns maleducats... I en tot lo altre tambe coincideixo. Cosa de la genetica..