22.8.06

La luna

Vengo de pasar seis melancólicos dias en una isla desierta. Desierta de almas pero repleta de cuerpos. Tuve tiempo de mirar la luna, de jugar al Tetris con mis pensamientos e intentar encajarlos.

El inicio fue movido, mucha gente, mucho ruido, mucho trasiego, mucha emoción. Hasta el pre-viaje incitaba a pensar en una aventura destacada. Pero a la mitad del viaje todo se rompió. Se rompió el barco, se rompió el viaje, se rompió el ritmo. Y todo empezó a ser lento, muy lento.

Y el retorno transcurrió lento, tranquilo, sin prisas. La noche entera era mía, todas las estrellas en un manto negro me invitaban a pensar, hasta que de madrugada apareció la luna. Salió timida, anaranjada y entrecortada. Poco a poco fue subiendo, ocupando su lugar dominante en el cielo. Y entonces empezó la espera. Espera a llegar a puerto, a oir el "tierra a la vista", a poder pisar tierra firme por primera vez. Espera a que esa tierra se diera cuenta que estaba hecha para mí y yo para ella, y poder reparar así mi barco roto.

1 comentario:

Sonia Tejada dijo...

Vine a devolverte la visita. Me encantó este escrito. Tal vez porque encontró resonancia en lo mas profundo de mi ser. Te entiendo perfectamente. Hace unos días escrbí algo sobre la luna. Si quieres puedes leerlo, http://planetaatabex.blogspot.com/2006/08/lecho-de-luz-y-sombra.html.
Saludos!!!
P.D. Gracia por visitar mi planeta, vuelve cuando quieras.